Estrés y exámenes, ineficaz combinación

Mi artículo de la semana pasada en “Crónica de los Pedroches”

   Demostrado está que cuando nuestro cerebro se encuentra ocupado en resolver la ansiedad, secuestra el resto de capacidades que tienen que ver con memoria, creatividad, pensamiento racional, etc. IMG_20150511_102458
    Por esto, ahora que se acercan los exámenes, pero aún tenemos margen de maniobra, os quiero dejar algunas ideas para la práctica. Claro, porque si sólo se quedan en ideas y no en práctica, ¡no funcionan!
     En primer lugar, con la ansiedad debemos ser proactivos y no reactivos. Es decir, prepararnos para las situaciones, como los exámenes, que a priori, suelen ser para nosotros fuentes de estrés.
    No esperar a tenerlas encima y ahora pensar en cómo las resuelvo, estando secuestradas mis capacidades de resolución, por la ansiedad. Esto es ser reactivos.

    Sabiendo esto; manos a la obra:

        Dos pilares sobre los que apoyar nuestro éxito: uno practicar algo de meditación de forma diaria. Con ello además de la relajación, conseguiremos acostumbrarnos a dejar pasar pensamientos que no nos ayudan a conseguir nuestras metas. Del tipo "no puedo", "no soy capaz", "tengo tiempo". No se trata de "no pensar", no se puede. Se trata de dejar pasar, no concentrarme más que en lo que me interesa.

      El segundo pilar, que viene de lo anterior, es concentrarme en el éxito. Ver que lo consigo, notar que lo consigo, programar mi cerebro para buscar aquello que me facilita conseguirlo.

      Una vez hecho lo anterior, dedicaré mi tiempo de trabajo a realizar tareas que aumentan la probabilidad de tener éxito. La pregunta no es ¿estudiar de esta determinada forma es bueno o malo?, sino ¿estudiar de esta forma aumenta la probabilidad de que lo consiga? ¿lo ha hecho con otros? ¿Lo ha hecho conmigo otras veces?... Si la respuesta es sí; ¡al turrón!. Si es no; a otra cosa mariposa. ¿Sencillo verdad?

      Pero no lo olvidéis, he dicho el "tiempo de trabajo". Sí. Sólo el de trabajo. Si nos olvidamos del descanso, de comer bien, de divertirnos e ilusionarnos por lo que queremos conseguir. Estaremos aumentando las probabilidades de que nuestro cerebro se instale en la ansiedad, en el cansancio crónico, en la desilusión y en los pensamientos de incapacidad. ¿Y hemos quedado en que esto no es eficaz para conseguir lo que deseamos, verdad?

   Eah pues, al tajo. Que si nos quedamos en la teoría y no realizamos las tareas, no conseguiremos lo deseado. Es como saber el mapa para ir a un sitio, pero no dar los pasos. Se llega si se camina un paso detrás de otro.

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